El Juzgado de lo Social desestima íntegramente una demanda laboral de gran relevancia económica, protegiendo los intereses de la empresa frente a una trabajadora que reclamaba 80.000 euros por daños morales, alegando vulneración de derechos fundamentales.

📌 ¿Qué reclamaba la trabajadora?

La demandante solicitaba:

  • La declaración judicial de vulneración de derechos fundamentales, invocando el derecho a la integridad moral y a la igualdad; 
  • El pago de una indemnización de 80.000 euros por los daños morales que afirmaba haber sufrido.

⚖️ Principales argumentos de la defensa de la empresa

🔹 Ausencia de vulneración de derechos fundamentales: La empresa demostró que no existía ninguna conducta discriminatoria ni vejatoria, y que las relaciones laborales se habían desarrollado dentro del marco legal y organizativo habitual.

🔹 Inexistencia de pruebas objetivas: La trabajadora no acreditó hechos que constituyeran indicios de discriminación, acoso o vulneración de derechos fundamentales, por lo que no se activó la inversión de la carga de la prueba.

🔹 Acreditación de la normalidad organizativa: La defensa acreditó que los cambios y actuaciones laborales respondieron a criterios organizativos legítimos y fueron ajenos a cualquier intencionalidad lesiva.

🔹 Solidez documental y testifical: La empresa presentó correos electrónicos, documentos y testigos que desmontaron el relato subjetivo de la trabajadora.

⚠️ Puntos débiles de la defensa de la trabajadora

Falta de prueba suficiente: No logró presentar pruebas objetivas que acreditasen la existencia de una situación de acoso laboral o discriminación.

Interpretación subjetiva de la situación laboral: La demandante basó su reclamación en percepciones personales, sin respaldo en hechos verificables ni indicios sólidos.

Exageración económica de la pretensión: La cuantía reclamada (80.000 euros) resultaba desproporcionada y carente de justificación objetiva.

🏆 Resultado: éxito rotundo para la empresa

✔️ Desestimación íntegra de la demanda, sin que la empresa deba abonar indemnización alguna.

✔️ Protección de la gestión organizativa de la empresa, ratificando su capacidad de estructurar las funciones laborales sin vulnerar derechos fundamentales.

💼 Conclusión: la defensa jurídica preventiva protege frente a reclamaciones injustificadas

Este caso confirma que una defensa preventiva, con procesos organizativos claros y documentación adecuada, es clave para proteger a las empresas frente a reclamaciones laborales de alto impacto económico. La ausencia de indicios de vulneración de derechos fundamentales fue determinante para obtener una sentencia favorable que protege la autonomía organizativa empresarial.